Nueva estrategia de propulsión con vehículos híbridos de altas prestaciones y versiones AMG de los modelos Mercedes con propulsión eléctrica por batería
El propósito de Mercedes-AMG en relación con la electrificación de la cadena cinemática de sus futuros modelos es combinar un nivel superior de potencia y un dinamismo de conducción impresionante con cotas máximas de eficiencia. El desarrollo de los conceptos de propulsión para el futuro se ha beneficiado siempre y sigue beneficiándose de la valiosa experiencia recogida en la cooperación con los especialistas en Formula 1 de Mercedes-AMG High Performance Powertrains (HPP) y de la escudería Mercedes-AMG Petronas F1. Esta cooperación entre los tres especialistas del mundo de las altas prestaciones será aún más estrecha en 2021 y se refleja, entre otros, en la concentración de las actividades en el deporte del motor. De la transferencia mutua de conocimientos nacen también modelos AMG tan fascinantes como el Hypercar Project ONE, que traspasa prácticamente sin limitaciones la tecnología híbrida de la Fórmula 1 a vehículos con homologación para su uso en las vías públicas. A lo largo del presente año celebrarán su estreno otros modelos electrificados aptos para la circulación por carretera. La nueva estrategia de propulsión se sustenta sobre dos pilares. Por un lado, la oferta de modelos híbridos de altas prestaciones con un concepto de propulsión de desarrollo específico bajo la etiqueta tecnológica E PERFORMANCE. El segundo pilar son los modelos AMG con propulsión eléctrica por batería basados en la nueva Electric Vehicle Architecture (arquitectura para vehículos eléctricos EVA) desarrollada por Mercedes para automóviles de la gama alta y la gama de lujo. Gracias a numerosas modificaciones en la propulsión, el tren de rodaje, el diseño y el equipamiento, estos vehículos con propulsión exclusivamente eléctrica brindan también la sugestiva experiencia de conducción típica de AMG.
«Con nuestra nueva estrategia de propulsión transportamos el ADN típico de nuestra marca a la automoción electrificada del futuro. Nuestros modelos híbridos de altas prestaciones, desarrollados completamente en Affalterbach, superarán a nuestra gama actual de modelos en el capítulo del dinamismo, y ostentarán por derecho propio el emblema de nuestra nueva etiqueta tecnológica E PERFORMANCE. La introducción de vehículos con propulsión exclusivamente eléctrica derivados de los modelos Mercedes-EQ supone una ampliación de la estrategia de electrificación de la cartera de Mercedes-AMG. De ese modo abrimos nuestra oferta a nuevos grupos destinatarios, que ven en Mercedes-AMG la marca de Performance Luxury del siglo XXI», destaca Philipp Schiemer, Presidente de la Gerencia de Mercedes-AMG GmbH.
«Mercedes-AMG ha sido siempre y sigue siendo un garante de máxima potencia y máximo dinamismo de conducción. Por ese motivo, una de las premisas asumidas durante el desarrollo de nuestra nueva estrategia de vehículos híbridos E PERFORMANCE era definir un concepto específico de AMG. La configuración básica con motor de combustión interna delante y Electric Drive Unit en el eje trasero brinda numerosas ventajas. La distribución optimizada del peso entre los dos ejes, el aprovechamiento ideal del par motor y el desarrollo espontáneo de la potencia suponen una promesa de dinamismo al más alto nivel. A esto se suma una batería de altas prestaciones de desarrollo propio, con una densidad de potencia dos veces mayor en comparación con las baterías de propulsión convencionales. Al igual que muchos otros componentes, la batería procede de la tecnología utilizada en la Fórmula 1», apunta Jochen Hermann, Gerente Técnico de Mercedes-AMG GmbH.
Propulsión híbrida de altas prestaciones completamente nueva, basada en una innovadora concepción de AMG
El principio rector de la estrategia específica de propulsión E PERFORMANCE era desarrollar una cadena cinemática electrificada capaz de incrementar la Driving Performance y el dinamismo de conducción típicos de la marca, añadiendo el mayor nivel viable de eficiencia. Junto al aumento de la potencia debido al motor eléctrico adicional, el equipo de desarrollo ha mejorado también el rendimiento energético del vehículo completo, lo que redunda en una reducción de las emisiones y del consumo de combustible.
La exclusiva arquitectura de los vehículos aporta asimismo otros beneficios evidentes, como la conducción en modo exclusivamente eléctrico y la posibilidad de cargar la batería por conexión a una Wallbox, en estaciones de carga públicas o incluso en una base de conexión doméstica. Al mismo tiempo, la electrificación ayuda a conservar o incluso a superar en el futuro el alto nivel de prestaciones a que están acostumbrados los clientes de AMG, utilizando para ello motores de combustión interna de menor cilindrada.
El concepto modular desarrollado por AMG para sus híbridos de altas prestaciones combina el motor AMG de ocho o de cuatro cilindros con un motor eléctrico síncrono de excitación permanente, una batería de altas prestaciones desarrollada en Affalterbach y la tracción integral completamente variable AMG Performance 4MATIC+. El motor eléctrico (con una potencia de hasta 150 kW y un par motor de hasta 320 Nm, en función de la gama de modelos) se sitúa junto al eje trasero, donde se integra junto con una transmisión de dos marchas con acoplamiento eléctrico y el diferencial autoblocante del eje trasero con regulación electrónica para configurar una unidad de propulsión eléctrica (Electric Drive Unit, EDU) de dimensiones compactas. Los especialistas denominan «híbrido P3» a un vehículo basado en esta configuración. La batería de altas prestaciones ligera está dispuesta asimismo en la zaga del vehículo, por encima del eje trasero. Esta concepción aporta numerosas ventajas, en especial para los automóviles deportivos y de altas prestaciones:
Al mismo tiempo, como corresponde al principio constructivo de un motor eléctrico, esta fuerza se transmite con el par motor máximo desde el primer giro de las ruedas, algo que se aprecia en un comportamiento especialmente ágil al arrancar con el vehículo.
El diferencial autoblocante con regulación electrónica integrado en el eje trasero permite asignar a cada una de las ruedas traseras el par motor idóneo, teniendo en cuenta la situación actual de conducción. Como consecuencia, el conductor experimenta de forma inmediata un aumento sensible de las prestaciones, pues el vehículo híbrido acelera con mayor agilidad al salir de una curva.
A medida que aumenta el resbalamiento en las ruedas del eje trasero se transmite una parte de la fuerza de propulsión del motor eléctrico a las ruedas delanteras, aumentando así la tracción a corto plazo en función de las necesidades. Esto es posible gracias a la unión mecánica entre la tracción integral completamente variable y los semiejes de las ruedas delanteras por medio del árbol articulado.
La disposición de la unidad de propulsión junto al eje trasero mejora la distribución del peso y de la carga sobre los ejes del vehículo, como requisito para una maniobrabilidad convincente.
El concepto de AMG garantiza asimismo un rendimiento muy elevado durante la recuperación energética, pues el principio en que se basa este sistema reduce al mínimo las pérdidas mecánicas e hidráulicas del motor y el cambio.
La concepción modular hace posible la implementación en varias gamas de modelos. Esta flexibilidad es un aspecto clave para la electrificación futura de la gama de modelos de AMG.
El hecho de que el motor eléctrico opere con independencia del cambio automático AMG SPEEDSHIFT MCT 9G mejora asimismo la eficiencia del equipo de propulsión.
La transmisión de dos marchas con mando automatizado y una desmultiplicación armonizada en el eje trasero hace posible extender su eficacia, desde la transmisión de un par motor elevado a las ruedas para la puesta en marcha con agilidad hasta el despliegue de una potencia elevada y fiable al circular a alta velocidad. Un actuador eléctrico acopla la segunda marcha a medida que aumenta la velocidad —como máximo, al superar una cota aproximada de 140 km/h—, lo que corresponde a un régimen máximo de giro del motor eléctrico de unas 13.500 rpm.
Al mismo tiempo, el motor eléctrico desplaza los cambios de relación del cambio MCT acoplado al motor de combustión interna como contribución a la sobresaliente agilidad del vehículo, unida a un aumento del confort de conducción.
Inspirada en la Fórmula 1, desarrollada en Affalterbach: la batería AMG High Performance
Una de las premisas asumidas durante la fase conceptual de la estrategia de electrificación era desarrollar en nuestras instalaciones de Affalterbach todos los componentes esenciales de la propulsión. Esto incluye también la batería AMG High Performance (HPB), el núcleo de los futuros modelos híbridos de altas prestaciones. El desarrollo del acumulador de energía de iones de litio comenzó en 2016. Su inspiración fueron las tecnologías acreditadas bajo las condiciones más duras imaginables en los bólidos híbridos de Fórmula 1 de la escudería Mercedes-AMG Petronas F1. A lo largo del proceso de desarrollo tuvo lugar un intenso intercambio de conocimientos entre los expertos de la forja de motores de Fórmula 1 High Performance Powertrains (HPP) en Brixworth y de Mercedes-AMG en Affalterbach. El pliego de condiciones dejó claros los objetivos desde el primer momento: la batería AMG High Performance combina una potencia elevada, que el conductor puede solicitar con frecuencia y de forma consecutiva durante la conducción, con un peso bajo, lo que contribuye a mejorar las prestaciones del vehículo. A esto se añade una absorción rápida de energía durante la carga y una densidad de potencia elevada. Esto significa lo siguiente: si se conduce con dinamismo por un terreno de topografía variable, es posible reclamar con espontaneidad la potencia máxima del equipo de propulsión durante las subidas, mientras que la batería se recarga con rapidez en las bajadas.
Cada batería precisa una temperatura definida para poder entregar su potencia de forma óptima. Si el acumulador de energía se enfría o se calienta en exceso, desciende sensiblemente su rendimiento, o incluso puede ser necesario limitar la entrega de potencia para que el calor desarrollado no cause daños a la batería. De ahí la importancia que tiene el acondicionamiento de la batería dentro de un estrecho margen de temperatura para garantizar su pleno rendimiento, su durabilidad y su seguridad. Los sistemas convencionales de refrigeración, que operan solamente con aire, o que refrigeran de forma indirecta con agua el paquete completo de baterías, están limitados en su operación, sobre todo a medida que aumentan los esfuerzos térmicos resultantes del uso de células de batería con densidad energética creciente. Si la gestión térmica no asume su tarea con fiabilidad, existe peligro de envejecimiento prematuro de la batería.
Una innovación decisiva es la refrigeración directa de las células de batería
Un requisito para el elevado rendimiento de la batería AMG de 400 voltios es la innovadora refrigeración directa. Es la primera vez que se refrigeran individualmente las 560 células de la batería, rodeadas de forma permanente por un agente refrigerante de alta tecnología basado en un líquido que no conduce la electricidad. Para poder realizar la refrigeración directa, los especialistas de AMG han tenido que desarrollar nuevos módulos de refrigeración de pocos milímetros de anchura. Los 14 litros de líquido refrigerante circulan de arriba hacia abajo con ayuda de una bomba eléctrica de alta potencia desarrollada específicamente para este fin y atraviesan la totalidad de la batería, pasando junto a cada una de las células, y pasan además por un intercambiador de calor de aceite y agua montado directamente junto a la batería. Este intercambiador transmite el calor a uno de los dos circuitos de baja temperatura del vehículo, y de ahí al radiador de baja temperatura situado en el frontal del vehículo, que disipa la energía térmica en el aire del entorno. El sistema está dimensionado para asegurar en todo momento una distribución homogénea del calor en la batería.
Siempre en el rango ideal de temperatura para asegurar una potencia permanente elevada y una potencia máxima dos veces mayor
Como consecuencia, la batería opera siempre en un rango ideal y homogéneo de temperatura de servicio de 45 grados centígrados, tanto si se carga como si se descarga. Los sistemas convencionales de refrigeración no pueden garantizar esta eficacia, lo que impide que la batería pueda desarrollar plenamente su capacidad de rendimiento. Algo que sí logra la batería AMG High Performance. Este acumulador conserva en todo momento su capacidad de rendimiento, incluso al conducir con rapidez en el modo híbrido en un circuito de carreras, con fases frecuentes de aceleración (en las que se descarga la batería) y de deceleración (en las que se carga la batería).
Los prototipos de la batería han superado ya sin dificultades innumerables kilómetros en el banco de pruebas. En las pruebas del vehículo ha podido constatarse un elevado rendimiento en régimen permanente, unido a una larga vida útil.
Al mismo tiempo, el eficaz principio de refrigeración directa hace posible utilizar células de batería con una densidad de potencia muy elevada. Esta solución individual ha permitido crear un sistema de baterías especialmente ligero y compacto. También contribuyen al bajo peso el concepto de barras colectoras, que permite ahorrar material, y la estructura de protección contra choques, ligera y robusta, de la carcasa de aluminio. Esta estructura es aval de máxima seguridad.
Batería de alto rendimiento con una potencia continua de 70 kW y una potencia máxima de 150 kW
Mercedes-AMG introduce esta tecnología con la variante HPB80 (denominación interna) con una capacidad de 6,1 kWh, una potencia continua de 70 kW y una potencia máxima de 150 kW durante 10 segundos. La batería pesa 89 kilogramos y ostenta por tanto una densidad de potencia de 1,7 kW/kg. Las baterías convencionales sin refrigeración directa de las células alcanzan normalmente la mitad de esta cifra.
Gracias a la posibilidad de aumentar a escala los elementos de la batería, es posible introducir más adelante nuevas ejecuciones, de mayor potencia. Para ello se tiene en cuenta el nivel de exigencias en cada segmento del mercado.
Estrategia de operación «always on»: la potencia eléctrica está siempre a disposición
Los seis programas de conducción de AMG DYNAMIC SELECT «Electric», «Comfort», «Sport», «Sport+», «RACE» e «Individual» están optimizados para las características de la nueva tecnología de propulsión y ofrecen por tanto una vivencia de conducción altamente variable, desde muy eficiente hasta muy dinámica. Los programas de conducción adaptan parámetros importantes del vehículo, como la respuesta del equipo de propulsión y el cambio, la curva característica de la dirección, la amortiguación del tren de rodaje y la sonoridad. Para seleccionar los programas se utilizan el interruptor basculante en la consola central o las teclas AMG en el volante. El programa seleccionado se muestra en el cuadro de instrumentos y en el visualizador del equipo multimedia.
Como regla general, el modelo híbrido de altas prestaciones se activa sin ruido («Silent Mode») en el programa «Comfort» cuando el conductor conecta el motor eléctrico. El cuadro de instrumentos muestra el icono «Ready», que indica que el vehículo está en orden de marcha. A partir de ese momento, basta con pisar levemente el pedal acelerador para que el modelo híbrido AMG Performance se ponga en movimiento.
Programa de conducción «Confort»: la puesta en marcha se realiza generalmente en modo eléctrico. El motor de combustión y el motor eléctrico intervienen en función de la situación: propulsión eléctrica a baja velocidad, por ejemplo, en zonas residenciales, o en núcleos urbanos, conducción en régimen híbrido con motor de combustión y motor eléctrico en carreteras secundarias y en autopistas. El resultado es una impresión de conducción armoniosa, con bajo consumo, debida entre otros factores a la transición temprana a una marcha más larga en el cambio automático AMG SPEEDSHIFT MCT-9G. Armonización confortable del tren de rodaje y la dirección. El equipo de mando persigue en primera línea un aumento de la eficiencia energética, fruto de una reducción del consumo de combustible y las emisiones. Al mismo tiempo se conservan el carácter deportivo y la agilidad típicos de AMG.
Programa de conducción «Electric»: conducción en modo eléctrico exclusivo desde la puesta en marcha hasta alcanzar los 130 km/h. El motor de combustión interna permanece siempre apagado. El modelo híbrido de altas prestaciones opera en régimen básico con tracción exclusivamente trasera. Gracias a la unión mecánica con los componentes de AMG Performance 4MATIC+, siempre que resulte necesario está también a disposición la tracción integral. Por ejemplo, si aumenta repentinamente el resbalamiento de las ruedas traseras, se transmite parte de la fuerza del motor eléctrico a las ruedas delanteras a través del árbol articulado y los semiejes delanteros. Si se agota la carga de la batería, la regulación inteligente de la operación conmuta automáticamente al programa de conducción «Comfort», con lo que arranca el motor de combustión interna y asume la propulsión.
Programa de conducción «Sport»: puesta en marcha con el motor eléctrico y el motor de combustión, e interacción de ambos propulsores en función de la situación. La función boost del motor eléctrico se activa antes. Sensación deportiva de conducción gracias a una respuesta más ágil a las órdenes del acelerador, cambios más rápidos de relación y reducción temprana a una marcha más corta, así como una armonización dinámica del tren de rodaje y la dirección.
Programa de conducción «Sport +»: puesta en marcha con el motor eléctrico y el motor de combustión, e interacción de ambos propulsores en función de la situación. Mayor potencia adicional en el modo boost. Carácter extremadamente deportivo gracias a una reacción aún más ágil al pedal acelerador e intervención precisa en el par motor al cambiar a una marcha más larga mediante inhibición selectiva de cilindros para una transición aún más corta. Aumento del número de revoluciones de ralentí para un arranque más rápido. El tren de rodaje, la dirección y la cadena cinemática presentan un ajuste aún más dinámico.
Programa de conducción «RACE»: para la conducción dinámica en circuitos de carrera cerrados al público. En este modo, todos los parámetros están optimizados para permitir máximas prestaciones. Puesta en marcha con el motor eléctrico y el motor de combustión, e interacción de ambos propulsores en función de la situación. Máxima potencia boost eléctrica: el motor eléctrico asiste al motor de combustión interna al acelerar con fuerza. Recarga acusada de la batería si el conductor no solicita mucha potencia para asegurar la máxima disponibilidad eléctrica.
Programa de conducción «Individual»: adaptación individual de la propulsión, el cambio, AMG DYNAMICS, el tren de rodaje, la dirección y el sistema de escape.
Otras ventajas de la propulsión híbrida resultan de la regulación del dinamismo. En lugar de una intervención en los frenos al activarse el ESP®, el motor eléctrico puede regular la tracción en el momento en que se advierte un resbalamiento excesivo en una rueda. Es decir, el ESP® no tiene que intervenir, o puede hacerlo más tarde. Las ventajas son evidentes. El motor de combustión interna puede operar con un par motor mayor, lo que mejora tanto la agilidad una vez finalizada la situación comprometida como la eficiencia. Además, es posible utilizar la potencia —que sería «destruida» por intervención de los frenos— para recargar la batería.
Los modelos híbridos de altas prestaciones de AMG incorporan la regulación integrada del dinamismo AMG DYNAMICS. Este equipo influye en las estrategias de regulación del ESP® (programa electrónico de estabilidad), de la tracción integral y del diferencial autoblocante del eje trasero con regulación electrónica. Con ello se incrementa una vez más la agilidad, manteniéndose al mismo tiempo la máxima estabilidad.
Un detalle especialmente notable es la capacidad de AMG DYNAMICS de determinar las reacciones del vehículo. El sistema utiliza para ello los sensores existentes, que miden, entre otros valores, la velocidad, la aceleración transversal, el ángulo de orientación de las ruedas y la velocidad de guiñada. Con ayuda de un control piloto inteligente es posible predecir el comportamiento del vehículo deseado por el conductor a partir de las acciones de este y de los datos de los sensores. La regulación se adapta a medida a las aptitudes de conducción dinámica del conductor sin intervenciones perceptibles del sistema. El conductor percibe una sensación de conducción especialmente auténtica, con elevado dinamismo en curvas y una tracción ideal, unida a alta estabilidad y un comportamiento de marcha previsible. Esto permite prestar una asistencia ideal —incluso a pilotos experimentados— sin que el conductor se sienta excesivamente tutelado por el sistema.
• AMG DYNAMICS «Basic» está asignado a los programas de conducción «Comfort» y «Electric». El dimensionamiento propicia un comportamiento dinámico muy estable, con gran atenuación de las fuerzas de guiñada.
• «Advanced» se activa en el programa «Sport». El vehículo presenta un balance neutro en todo momento. Una menor atenuación de los movimientos de guiñada y una mayor agilidad favorecen maniobras dinámicas como, por ejemplo, la conducción en carreteras sinuosas.
• «Pro» (abreviatura de «Professional») forma parte del programa «Sport+». El conductor recibe en el modo «Pro» mayor asistencia en maniobras dinámicas de conducción, de modo que aumenta la agilidad y mejora la confirmación del contacto con la calzada al conducir en curvas.
• «Master» está acoplado al programa de conducción «RACE». El modo «Master» se dirige a conductores que desean experimentar el dinamismo y el placer al volante en circuitos cerrados al público. «Master» ajusta un reglaje con tendencia ligeramente sobreviradora, una dirección más directa y una respuesta más ágil al volante. De esta manera, el modo «Master» es aval de máxima agilidad y permite disfrutar con plenitud del potencial dinámico de la versión «S». Para poder activar el modo «Master», el conductor tiene que accionar el pulsador separado para el ESP® en la consola central y seleccionar el ESP® SPORT Handling Mode o el modo ESP® OFF.
En el programa de conducción «Individual», el conductor puede definir personalmente los niveles de AMG DYNAMICS «Basic», «Advanced», «Pro» y «Master».
Es posible seleccionar cuatro niveles para la recuperación
Dado que la batería de alto rendimiento permanece siempre en el rango ideal de temperatura de unos 45 grados por acción de la refrigeración directa, es posible optimizar también la recuperación. Normalmente, una batería se calienta fuertemente si aumenta en exceso la potencia de recuperación, de modo que es preciso limitar la recuperación eléctrica.
La recuperación comienza en el momento en que el conductor levanta el pie del pedal acelerador, es decir, en régimen de retención sin pisar el pedal de freno. Durante esta fase no solo se carga la batería, sino que se genera un momento de frenado elevado, con lo que disminuye el desgaste del freno de servicio que, en función de la situación del tráfico, ni siquiera necesita intervenir. El conductor puede accionar la tecla AMG en el lado derecho del volante para elegir entre diferentes potencias de recuperación. Esto se aplica en todos los programas de conducción, si bien la recuperación puede variar según el programa de conducción activo.
Nivel 0: el vehículo se comporta como un modelo convencional con motor de combustión y cambio manual en el que el conductor pisa el embrague; es decir, continúa rodando con muy baja resistencia mecánica. La potencia de recuperación es muy reducida, y contribuye solamente a asegurar la alimentación eléctrica del vehículo. Si está apagado el motor de combustión interna se reducen al máximo las pérdidas por fricción en la cadena cinemática.
Nivel 1: este ajuste es el estándar, en el que el conductor percibe la recuperación, correspondiente aproximadamente a la deceleración de un motor de combustión interna embragado.
Nivel 2: recuperación intensa; no es prácticamente necesario accionar el pedal de freno al desplazarse en el tráfico fluido.
Nivel 3: máxima recuperación energética de hasta 90 kW. Aquí es posible la conducción denominada «One-Pedal», como en un automóvil eléctrico. Este modo de operación es algo desacostumbrado, y puede resultar molesto al circular a alta velocidad en un circuito de carreras, cuando un conductor con ambiciones deportivas desea acortar hasta la última fracción de segundo. Por ese motivo, en el programa de conducción «RACE» se ajusta automáticamente el nivel de recuperación 1 para alcanzar un comportamiento reproducible (al mismo tiempo, se garantiza una eficiencia elevada, pues la recuperación se realiza al accionar el freno).
Otra ventaja de la recuperación es que el vehículo no acelera durante el descenso de pendientes acusadas. Es decir, el sistema actúa como un freno motor, pero recupera al mismo tiempo energía y la envía a la batería.
En cifras, esto supone una potencia combinada mayor de 600 kW y un par motor combinado mayor de 1.000 Nm
La sobresaliente capacidad de rendimiento de la cadena cinemática híbrida AMG Performance es un hecho patente. Desde el punto de vista técnico es viable una potencia combinada mayor de 600 kW y un par motor combinado mayor de 1.000 Nm. En función del vehículo concreto, en el futuro esto permitirá una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 3,0 segundos. La respuesta inmediata de la propulsión eléctrica, el aumento rápido del par y la distribución optimizada del peso en el vehículo hacen posible alcanzar cotas récord de dinamismo longitudinal y transversal. Los conductores quedarán entusiasmados con la reacción espontánea del vehículo al accionamiento del acelerador en cualquier situación de conducción. Está previsto utilizar esta cadena cinemática en varias series de modelos y en distintos niveles de ejecución. Todavía queda por determinar de forma definitiva el motor y las cotas de potencia, pues esta decisión depende del desarrollo de las exigencias de los mercados y los clientes a los futuros productos.
La siguiente etapa de la evolución: E PERFORMANCE con motor de cuatro cilindros y 2,0 litros en combinación con turbocompresor eléctrico de los gases de escape
La siguiente etapa tecnológica avanza en paralelo con el desarrollo de los modelos híbridos de altas prestaciones con motor de ocho cilindros. Se trata de los vehículos híbridos de altas prestaciones equipados con el motor sobrealimentado AMG de cuatro cilindros. Hasta ahora, este grupo de 2,0 litros con la denominación interna M 139 se montaba en los modelos compactos de altas prestaciones en posición transversal. La variante E PERFORMANCE sentará la base para una propulsión sobresaliente en otras series futuras de modelos de Mercedes-AMG. El motor montado en posición longitudinal en estos nuevos modelos presenta profundas modificaciones técnicas, que conllevan un aumento claro de la potencia. El objetivo de los ingenieros que desarrollan la versión evolucionada del M 139 es superar una vez más su potencia por litro, que ostenta el récord mundial entre los motores de serie con cuatro cilindros.
La innovación más destacada es el turbocompresor de gases de escape eléctrico, realizado por primera vez en un vehículo de serie. Esta tecnología procede directamente de la Fórmula 1, donde ostenta la denominación MGU-H (Motor Generator Unit Heat). Un sistema idéntico se monta ya en el Hypercar Mercedes-AMG Project ONE.
Reacción instantánea, más ágil que en un motor V8 atmosférico
El turbocompresor eléctrico resuelve el conflicto de objetivos entre un sobrealimentador pequeño —con respuesta rápida, pero una potencia máxima relativamente reducida— y un turbocompresor grande con elevada potencia máxima, ligada a un retardo patente en su activación.
Turbocompresor de gases de escape con motor eléctrico integrado: una nueva definición de la agilidad
El secreto de este innovador sistema de sobrealimentación es un motor eléctrico montado directamente sobre el árbol del turbocompresor, entre la rueda de turbina en el lado de escape y la rueda del compresor en el lado de aire fresco. Este motor es unos cuatro centímetros más estrecho que el turbocompresor e impulsa directamente el árbol del turbocompresor con regulación electrónica, acelerando por tanto la rueda del compresor antes de que el caudal de gases de escape asuma esta tarea por medio de la turbina. La electrificación del turbocompresor mejora de forma clara y directa la respuesta a partir del régimen de ralentí y a lo largo del margen completo de número de revoluciones.
Como consecuencia, el motor de combustión interna reacciona con mayor espontaneidad a las órdenes del acelerador, y la sensación general de conducción es mucho más ágil y dinámica. Al mismo tiempo, la electrificación del turbocompresor hace posible alcanzar un par motor más elevado a bajas revoluciones en comparación con una sobrealimentación convencional, lo que aumenta asimismo la agilidad y optimiza la capacidad de aceleración al ponerse en marcha el vehículo. La tecnología del turbocompresor eléctrico está en condiciones de mantener la presión de sobrealimentación, incluso en el caso de que el conductor retire el pie del acelerador, o incluso pise el freno, de manera que se conserva la respuesta directa en todo momento.
El turbocompresor es accionado por la red eléctrica de a bordo de 400 voltios, y puede alcanzar un número de revoluciones máximo de hasta 156.000 rpm, lo que hace posible trabajar con un caudal muy alto de aire. El turbocompresor y el motor eléctrico están conectados al circuito de refrigeración de alta temperatura del motor de combustión interna para asegurar en todo momento las condiciones térmicas ideales. La electrónica de potencia se refrigera mediante el circuito de refrigeración de baja temperatura.
Futuros modelos híbridos de cuatro cilindros, con el nivel de potencia actual del grupo V8 con sobrealimentación biturbo
En los modelos híbridos de altas prestaciones con motor de cuatro cilindros puede combinarse el grupo sobrealimentado AMG de 2,0 litros y más de 330 kW (450 CV) (con turbocompresor eléctrico de gases de escape) con un motor eléctrico de hasta 150 kW (204 CV). La potencia total y el par motor total de los futuros modelos AMG permitirán desarrollar prestaciones comparables a las de los vehículos actuales con motor V8 sin propulsión híbrida. La cadena cinemática híbrida de cuatro cilindros saldrá a la venta en primer lugar en la futura generación de la Clase C de Mercedes-AMG, y permitirá a sus conductores disfrutar de una elevada agilidad, un elevado nivel de prestaciones y gran eficiencia.
Alternador arrancador accionado por correa de serie
Los modelos híbridos de altas prestaciones con motor de cuatro y de ocho cilindros incorporan además un alternador arrancador accionado por correa (RSG), que reúne el generador eléctrico y el arrancador en un solo componente, y desarrolla 10 kW (14 CV). Este grupo arranca el motor de combustión interna y garantiza la alimentación eléctrica básica de determinados grupos secundarios —como el aire acondicionado o la luz de marcha— cuando el vehículo está detenido, por ejemplo, ante un semáforo y el estado de carga de la batería de alto voltaje no es suficiente para reforzar la red de a bordo de baja tensión. El RSG reacciona con gran rapidez, pues está integrado en la red de alto voltaje de 400 voltios.
100% de emociones con 0 emisiones. Los vehículos AMG con propulsión eléctrica por batería, a punto de salir al mercado
Mercedes-AMG desarrolla asimismo vehículos de altas prestaciones con propulsión eléctrica por batería. Se está ultimando el desarrollo de exclusivos modelos AMG de alta potencia y personalizados, basados en los futuros automóviles eléctricos de la marca Mercedes-EQ. Esta estrategia de modelos AMG derivados de los vehículos de serie con la estrella es similar al desarrollo de la Clase E de Mercedes-AMG a partir del modelo correspondiente de Mercedes-Benz. El lanzamiento al mercado dará comienzo este mismo año.
Los primeros modelos AMG con propulsión eléctrica por batería se basan en la nueva arquitectura de automóviles exclusivamente eléctricos de Mercedes-EQ. Los vehículos se someten a un profundo proceso de desarrollo específico en Affalterbach, que afecta tanto a la tecnología (propulsión, tren de rodaje, frenos, sonoridad) como al diseño exterior, la configuración del habitáculo y el equipamiento, tanto de serie como opcional. Estos automóviles son los embajadores de una nueva era en el segmento de altas prestaciones al que pertenecen los modelos AMG 43 y 53, destinados a grupos objetivo que apuestan por una movilidad eléctrica innovadora y no quieren renunciar al carácter deportivo y a un dinamismo ágil de conducción.
El diseño exterior asume elementos característicos de AMG y los transmite a la era de la conducción exclusivamente eléctrica. Esto incluye una calandra específica en el frontal con lamas verticales, el nuevo diseño del faldón delantero, los embellecedores laterales, la zaga específica con difusor y perfil aerodinámico sobre el spoiler y las llantas AMG en diseño aerodinámico o clásico.
El habitáculo ostenta igualmente un cariz especialmente deportivo, que se revela, entre otros, en los exclusivos asientos AMG con distribución individual del acolchado, funciones e indicaciones específicas de AMG en los visualizadores MBUX o el volante AMG Performance con superficies táctiles integradas y dos teclas AMG redondas. Numerosas opciones de AMG acentúan el aspecto dinámico.
Los nuevos modelos de altas prestaciones utilizan dos motores síncronos de excitación permanente desarrollados específicamente y equipan una tracción integral completamente variable con distribución modular del par. Las prestaciones provisionales registradas en la fase de pruebas son muy prometedoras. Gracias a la combinación del motor frontal con el motor trasero es posible alcanzar prestaciones totales al nivel de los modelos más potentes de Mercedes-AMG con el actual motor V8 biturbo de 4,0 litros. Esto mismo puede decirse de la aceleración de 0 a 100 km/h, que finaliza claramente antes de alcanzar los 4 segundos, en función de la potencia y el vehículo, y que contribuye especialmente al placer de conducción con su característica lineal de aceleración. Los motores eléctricos alcanzan un régimen máximo de 18.000 rpm y hacen posible una velocidad máxima de hasta 250 km/h.
La batería de iones de litio de 400 voltios utiliza un mazo de cables específico, adaptado al mayor nivel de potencia de los modelos AMG derivados de la versión correspondiente de Mercedes. El tren de rodaje neumático AMG RIDE CONTROL+ ha sido optimizado para ofrecer el dinamismo longitudinal y transversal típicos de AMG. A esto se añade la función adicional AMG i-Booster, exclusiva de los modelos eléctricos, que combina armoniosamente la recuperación eléctrica con el freno hidráulico durante las maniobras de frenado.
No debe olvidarse tampoco la sonoridad típica de AMG. Por ejemplo, con un hardware adicional (altavoces, vibrador, generador de sonido) y la auténtica «AMG Sound Experience» de nueva composición, con la que Mercedes-AMG afronta un futuro altamente sugestivo, también con propulsión eléctrica.